miércoles, 7 de noviembre de 2012






Encuadre teórico

La idea de que el cerebro como un músculo, puede responder a “ejercicios cerebrales”  dio fuerza  a la poderosa teoría  de que todos los aspectos de la mente, desde la memoria a las emociones, tienen su correlato físico en el cerebro. Así, en la cotidianidad de sus prácticas, tanto educadores como terapeutas podrán comprobar que los niños que son expuestos a una rica y variada educación en épocas tempranas de su vida, desarrollan una mayor capacidad para el aprendizaje.
Alteraciones del lóbulo temporal izquierdo pueden producir disfunciones  de la audición fonémica: los niños no pueden discriminar fonemas diferentes pero parecidos en su pronunciación (fonemas oposicionales: D-T, P-B); alteración de la memoria audio verbal:  el niño no puede retener una serie corta de sonidos, sílabas o palabras en su memoria y confunde su orden o los olvida.
Por la ley de doble disociación de funciones, la alteración de la audición fonémica o de la memoria audioverbal, deja intactas la percepción visual, las relaciones lógico-gramaticales, así como las operaciones matemáticas simples.
Sin embargo otras funciones como la de nombrar objetos, la capacidad para leer y escribir (a excepción de palabras que no necesitan un análisis acústico para su lectura), realizar operaciones de razonamiento que requieran un número intermedio de pasos a retener en la memoria, se alteran por efecto sistémico.

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